Todos somos hipócritas

Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía. – Friedrich Nietzsche

Recuerdo en la preparatoria que en la clase de español la maestra nos pidió que escribiéramos las 3 cosas que más nos molestan, no sé qué tenía que ver con el español, pero la respuesta más común entre los compañeros fue: la hipocresía. Por si tenían curiosidad, mis respuestas fueron cosas como: el sonido de los gatos que hacen cuando andan por los techos y el melón, la verdad no veía sentido a este ejercicio.

La hipocresía es algo que molesta cuando nos afecta, pero no tenemos problema en utilizarla cuando nos convenza, esto nos hace a todos hipócritas. No conozco una persona que no tenga una contradicción entre lo que piensa y lo que hace, la honestidad con uno mismo es extremadamente difícil. Por supuesto que hay niveles, hay personas que toda su vida es una farsa o exhiben ante los demás falsa empatía, lo vemos constantemente en los políticos.

Pero hay detallitos donde podemos ser hipócritas, por ejemplo: molestarnos por que los demás sean impuntuales cuando uno mismo es impuntual, esto es benigno, pero no deja de ser hipocresía.

Desgraciadamente la sociedad nos empuja a ser hipócritas, el llevar una vida transparente y apegada a nuestras creencias solo crea problemas, una persona así se le considera antisocial porque no podría decir algo malo a otra persona porque la ofendería. Nosotros como padre inculcamos la hipocresía constantemente, nos molesta que los niños digan “la verdad” y les decimos que sean “educados” ante las opiniones de los demás.

Sin embargo, creemos que nuestras palabras y actitudes hipócritas no son descubiertas pero la verdad es que nuestro lenguaje corporal es extremadamente transparente, por eso muchas veces notamos que las personas nos tratan de una forma hipócrita, solo las personas muy astutas y estudiadas pueden engañar constantemente. Dicen que el truco para mentir es creerte la mentira, convencer a la mente, distorsionar la realidad.

Estos conflictos interiores creo que nos perjudican, nadie quiere verse como una persona falsa. Estoy convencido que esto es causa de muchas enfermedades físicas y mentales, incluso vicios que se adoptan para tratar de ahogar las contradicciones. Pero ¿qué podemos hacer para mitigar este mal? Pues me gustaría aconsejarte que nunca seas hipócrita, pero eso es imposible lograr, mejor elegir creencias y valores que nos definen y ser muy congruentes con ellos, lo demás podríamos ser flexibles.

Cuéntame alguna experiencia de hipocresía y que lecciones aprendiste de ellas.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio