Hola, amigos y amigas. Hoy les quiero hablar sobre el solsticio de invierno, que es el día más corto y la noche más larga del año. ¿Sabían que este fenómeno ocurre cuando el eje de la Tierra está inclinado en su punto máximo hacia el Sol o alejado de él? Esto hace que el hemisferio norte reciba menos luz solar y el hemisferio sur más. Por eso, en el norte es invierno y en el sur es verano.
El solsticio de invierno tiene una gran importancia cultural y espiritual para muchas civilizaciones antiguas y actuales. Por ejemplo, los incas celebraban el Inti Raymi, que significa “fiesta del sol”, para honrar al dios Sol y pedirle que vuelva a iluminar la tierra. Los mayas también tenían rituales para marcar el inicio del nuevo ciclo solar. Y en Europa, se festejaba el Yule, que era una fiesta pagana de origen germánico que luego se cristianizó y se convirtió en la Navidad.
Hoy en día, muchas personas siguen celebrando el solsticio de invierno con diferentes tradiciones y costumbres. Algunas encienden velas, otras hacen fogatas, otras decoran árboles o intercambian regalos. Lo importante es recordar que este día simboliza el renacimiento de la luz, la esperanza y la vida. Así que aprovechemos esta oportunidad para reflexionar sobre nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Y sobre todo, para agradecer por todo lo que tenemos y compartir con nuestros seres queridos.
Les deseo un feliz solsticio de invierno y un próspero año nuevo. ¡Hasta la próxima!