Hace un año Microsoft selló el destino de Windows Phone, hizo un ajuste contable donde básicamente daba por perdida la inversión que hizo al comprar a Nokia y despidió a casi todo el personal que se vino desde la empresa finlandesa. La apuesta que hizo el gigante de Redmond para competir en el codiciado mercado de los smartphones la perdió y es que no pudieron obtener más del 3% o 4% de participación. Esto debido, en gran parte a la falta de aplicaciones, los desarrolladores ya tiene 2 plataformas porque preocuparse (iOS y Android), una tercera no vale la pena. Aún así Microsoft seguirá sacando smartphones de la línea Lumia y para el año entrante liberarán el llamado “Surface phone”.
Para los que amamos estos teléfonos es una tragedia. No podemos entender como un dispositivo de tanta calidad, con una interfaz que se puede argumentar es superior y excelente desempeño no captó más atención de los consumidores. Aún existen fanáticos del Windows Phone y a regañadientes se han cambiado de plataforma, lamentándose de lo que pudo haber sido.
Recientemente tuve que adquirir un nuevo celular y no dudé ni tantito, compré un Windows Phone. Fui a Telcel y vi que ya solo tenían un par de modelos (también la telefónica más grande de México no seguirá vendiendo Windows Phone) el Lumia 535 y el Lumia 640, yo buscaba el 930. Me llevé el 640 que es de gama media, pero es de los últimos que sacó Microsoft.
Estoy enamorado de mi teléfono. Tiene el tamaño perfecto, es rápido y tiene todo lo que necesito. Hace un par de semanas salió el sistema operativos Windows Mobile 10 por lo que lo veo aún más rápido y estable. Pensé que iba a batallar con las aplicaciones pero no ha sido el caso (no necesito Snapchat), hace poco salió la aplicación universal (que corren en desktop y móvil) de Twitter y pronto saldrán las de Facebook y Spotify entre otros. Me gusta como se manejan las notificaciones y como al darle doble clic a la pantalla puedo despertar el teléfono. Es muy fácil de leer, ya no me molesta la vista con las letritas.
Mi teléfono anterior era un iPhone 5S, un excelente teléfono pero para mi gusto era pequeño. Entiendo porque Apple los hizo más grande en las siguientes versiones, y me rasqué la cabeza porque acaban de regresar al mismo tamaño con el iPhone SE. Por supuesto que hay cosas que extraño de éste, existen aplicaciones para todo, pero al ver la pantalla con una matriz de íconos, no puedo creer que sigan teniendo ese paradigma que se siente obsoleto. Con Windows Phone muchas veces con solo ver tile (azulejo o representación de la aplicación en Windows) puedo saber muchas cosas sin tener que entrar a la misma aplicación.
Sigo con Windows Phone porque de alguna forma quiero seguir soportando la plataforma, no quiero que desaparezca. Sigo con la esperanza que con las nueva innovaciones que vienen como Continuum y las aplicaciones universales pueda despegar de nuevo. Ya sé que estoy soñando. Por lo tanto, disfruto mucho de mi teléfono, de eso se trata ¿no?
Es superior plataforma, simplemente por la integración con el ecosistema de Windows y Microsoft, además de ser aún más abierto que otras plataformas para integrarse a los servicios.
Yo lo que de verdad aprecio mucho son los Live Tiles, no solo porque te permite ver rápidamente datos de la app, pero también porque puedes hacer atajos a recursos y objetos específicos dentro de la aplicación desde la pantalla principal. Por ejemplo poder “pinnear” a un contacto específico, o quizás una serie específica de Netflix.