El día de acción de gracias es una de las fiestas más populares y tradicionales de Estados Unidos. Se celebra el cuarto jueves de noviembre y es una ocasión para reunirse con la familia y los amigos, compartir una comida abundante y dar gracias por las bendiciones recibidas durante el año. Pero, ¿cuál es el origen de esta celebración? ¿Qué acontecimientos históricos y culturales la inspiraron?
La historia del día de acción de gracias se remonta al siglo XVII, cuando un grupo de colonos ingleses, conocidos como los peregrinos, llegaron a América del Norte huyendo de la persecución religiosa en su país. Después de un duro viaje a bordo del barco Mayflower, los peregrinos desembarcaron en lo que hoy es Massachusetts en diciembre de 1620. Allí tuvieron que enfrentarse al frío, al hambre y a las enfermedades, y muchos de ellos murieron durante el primer invierno.
Sin embargo, los peregrinos no estaban solos. Los nativos americanos de la tribu Wampanoag les ayudaron a sobrevivir enseñándoles a cultivar maíz, calabazas y frijoles, a cazar y a pescar. Gracias a esta ayuda, los peregrinos pudieron cosechar su primera cosecha en el otoño de 1621. Para celebrar el éxito y agradecer a Dios y a los nativos por su apoyo, los peregrinos organizaron un banquete al que invitaron a unos 90 indígenas. Esta fue la primera celebración del día de acción de gracias, que duró tres días e incluyó comida, juegos y oraciones.
El día de acción de gracias no se convirtió en una fiesta oficial hasta 1863, cuando el presidente Abraham Lincoln lo proclamó como tal en medio de la Guerra Civil. Lincoln quiso que el día fuera una oportunidad para unir al país y recordar los valores comunes de libertad, democracia y gratitud. Desde entonces, el día de acción de gracias se ha mantenido como una tradición nacional que refleja el espíritu de generosidad, solidaridad y esperanza de los estadounidenses.