Hasta hace algunos años los cubrebocas (o mascarillas) solo los veíamos en quirófanos o cuartos limpios donde fabrican instrumentos médicos o centros de investigación. Una vez iniciada la pandemia de Covid-19 y se determinó el modo de transmisión, se volvió la herramienta indispensable para contener el contagio. Recuerdo que en los primeros días de la cuarentena no se podía conseguir fácilmente cubrebocas, llegué a ver que vendían hasta 100 pesos (alrededor de 5 dólares) cada uno, siempre hay gente que trata de hacer negocios. El otro artículo de mucho consumo fue el gel antibacterial, cuando se creía que al virus se transmitía por las superficies.
Otras medidas que a la larga fueron inútiles fueron: los tapetes sanitizantes y cubrir los artículos con Lysol u otro desinfectantes, hubo mucha desinformación y mitos sobre el Covid, que poco a poco se fueron disipando. Fue casi un año sin las vacunas, por lo que las autoridades tomaron la medida del encierro, también esto fue contraproducente, la misma OMS lo admitió. Regresando al cubrebocas, creo que fue la estrategia más efectiva y no solo contra el coronavirus sino otras enfermedades de vías respiratorias.
Aquí en mi estado recientemente se tomó la medida de hacer opcional el uso de cubrebocas en espacios cerrados, el nivel de contagio y casos está al mínimo, en mi punto de vista la pandemia terminó pero las autoridades de salud no lo declararán porque temen que vuelva a resurgir, en otras palabras, seguiremos por mucho tiempo con políticas de prevención así como campañas de vacunación.
Hubo un tiempo en que vendían muchos cubrebocas de tela diseñados hasta para combinar con la ropa, expertos decían que no eran tan efectivos pero eran mejor que nada. Otra cosa que noté en la gente es que con cubrebocas son más expresivos con los ojos, o quizás al no ver la boca esa era mi impresión. Un amigo me dijo que muchas personas van a extrañar usarlos porque están feos. Otra cosa que me pasó mucho, en la calle no reconocí mucha gente, me saludaban y yo me les quedaba viendo, como sí me acordara de sus ojos y su voz.
En nuestra casa compramos caja de cubrebocas, de esos negros (como están en la foto), son muy cómodos y se me hace que se ven mejor. Claro que los mejores son los N95 (color azul claro o blanco) que usan en los hospitales. Ahora traigo en todos los pantalones y chamarras cubrebocas así como en el auto varios de ellos. Sé que no es saludable usarlos varias veces, en ocasiones agarro uno usado por mi esposa e hijos, pero a estas alturas ya me lo estoy poniendo solo para cumplir, sé que en estos de primavera casi verano no hay contagios.
¿Cómo te sientes con los cubrebocas, ya te acostumbraste? ¿Te ha faltado aire o te han incomodado?
Veíamos con extrañeza en noticias de Asia es cosa de todos los días el cubrebocas por allá, vino la pandemia para normalizar su uso y me parece bien. En estos dos años no solo no nos dió coronavirus, tampoco otras enfermedades virales y estamos bien.
Nunca sentí ese “me falta aire” que alegan los que están en contra de su uso, sólo mientras hacía ejercicio. Muy en el subconsciente creo que no se quieren ver como esas notas de Asia, y eso no lo pueden admitir.