Recientemente ha estado en las noticias y en la mente de muchos mexicanos el tema de la familia. El llamado Frente Nacional por la Familia convocó a la ciudadanía a dos marchas para protestar la iniciativa de Peña Nieto para cambiar la constitución, particularmente en el artículo 4to. que garantice el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ya varios estados permiten las bodas gay y la Suprema Corte de Justicia de la Nación también lo avala, elevarlo a rango constitucional haría que cualquier registro civil esté impedido a negar el acta de matrimonio a homosexuales.
Todos sabemos que la familia es la célula de la sociedad, pero en estos tiempos con tantas familias desbaratadas por el abandono de los padres, divorcios, etc. Tal pareciera que la “familia natural” es la minoría y nada tiene que ver con los matrimonios entre homosexuales, ¿no deberíamos estar enfocados en fortalecer las familias que ahora tenemos? ¿no deberíamos promover la responsabilidad y en vez de odio privilegiar el amor y el respeto? Además la situación económica orilla a las familias a pasar la mayoría del día trabajando o lejos del hogar sin atención a los hijos.
Diseño original
Algo que ha provocado el tema de la familia del diseño original (papá, mamá e hijos) es que ha dividido al país. Las personas con pensamiento tradicionalista están a favor de ese modelo, les da asco ver dos hombres o dos mujeres casados y peor, con hijos. Siente que eso agravará la descomposición social y de alguna manera impactará negativamente en su propia familia. Por supuesto que hay el elemento religioso, el cual prohíbe explícitamente esas relaciones al tacharlas contra la naturaleza.
Lo que me llamó la atención de este frente por la familia primeramente fue el momento en que surgió, la iniciativa del presidente se congeló en el congreso por los mismos priistas que consideraron que el tema les afectó en las pasadas elecciones. Entonces ¿por qué marchar? Tengo dos teorías al respecto, las dos se contraponen, el tiempo dirá cual es correcta o quizás no, ambas no tienen nada que ver con la familia.
Ajustes de cuentas entre la iglesia y el gobierno federal
Desde el gobierno Salinas, la relación gobierno e iglesia ha sido fructífera, aún con el asesinato del cardenal Posadas, ha existido un entendimiento entre las entidades de poder más fuertes del país. El actual Secretario de Gobernación quien es el que lleva la relación con las iglesias, no ha tenido el oficio político de mantener el orden, lo vemos con la CNTE. La iglesia católica está demostrando el poder político que todavía tiene con estas marchas, hundiendo aún más el desastroso sexenio de Peña Nieto. Sinceramente no creo que el tema de los matrimonios igualitarios sea el punto de discordia, hay un agravio aún más fuerte que no sabemos.
Divide y vencerás
Una encuesta de Parametría dice que el 59% de los mexicanos están a favor de los matrimonios igualitarios, pero el 72% están en contra de que las parejas homosexuales adopten hijos. Son temas muy divisivos por lo que me da la sospecha que después de la debacle de la reunión Peña-Trump, se lanzó este tema para distraer la atención, lo que explicaría la nula actividad del secretario de Gobernación Osorio Chong para apaciguar el tema. El problema de esta teoría radica en que las protestas están dirigidas también a Peña Nieto, aunque en un asunto que no es prioritario para el país.
Es importante la familia, y coincido que la destrucción de la misma es gran parte del problema que tenemos en la sociedad, sin embargo, es algo que todos y cada uno de los otros podemos mejorar, no necesitamos intervención del gobierno o de la iglesia para ser buenos padres o buenos hijos. Antes de pedirle al gobierno que pare un modelo de familia, ¿estamos aspirando a ser una familia modelo?