Los Chargers en el 2015 tuvieron una pésima temporada. Con récord de 4-12 consiguieron tener un draft alto, el tercero, por lo que había una oportunidad de obtener un muy buen jugador colegial (así obtuvieron a Philip Rivers y LaDanian Tomlinson).
Con tantas necesidades de personal del equipo, el joven General Manager (digo joven porque es de mi edad) hizo un buen trabajo. Reclutó a Joey Bosa, defensa de Ohio State, un atleta destacado y motivado que estoy seguro hará un impacto en el equipo y en la NFL. Me recuerdo un poco a Shawne Merriman, pero más a JJ Watt. Esperemos que sea el terror de los quaterbacks rivales.
Otros draft destacados son: Hunter Henry un ala cerrada que viene a sustituir Laderius Green (que se fue a Pittsburgh) y seguramente en un par de años al legendario Antonio Gates. Max Tuerk, un talentoso centro también viene a ocupar una de las posiciones más vulnerables e importante en la ofensiva. Un linebacker también se contrató de nombre Joshua Perry que con la salida de Donald Butler, lo sustituye y hará sombra a Manti Teo, que ha tenido resultados buenos pero todavía no destacados en la defensiva sandieguina.
Después de más de 10 años de servicio como pateador Mike Scifres se separa del equipo y se sustituye con Drew Kaser. Hablando de JJ Watt, su hermano menor Derek viene a San Diego como fullback, habrá un juego este año donde los hermanos jueguen uno contra el otro.
Estoy muy satisfecho con este draft y esperemos que les saquen jugo este año, ya que en el 2015 el corredor novato Melvin Gordon no rindió frutos porque no jugó en el esquema adecuado. Ahora que regresó Winsenhunt como coordinador ofensivo, esto deberá cambiar.
Veo con optimismo el 2016, estaremos pendientes de los entrenamientos y la pre-temporada.