Stonehenge, ese enigmático conjunto de piedras que se alza majestuosamente en la campiña inglesa, ha cautivado la imaginación de la humanidad durante siglos. Este monumento prehistórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio mudo pero elocuente de la ingeniosidad y el misticismo de nuestros antepasados.
La construcción de Stonehenge fue un proyecto monumental que se extendió a lo largo de 1,500 años, con sus elementos más antiguos datando de aproximadamente 3000 a.C. y las famosas piedras verticales emergiendo alrededor del 2500 a.C.. Pero, ¿qué sabemos realmente sobre este santuario de piedra?
Uno de los datos más fascinantes es el lenguaje especial utilizado para describir las piedras de Stonehenge. Los grandes arcos y pilares verticales están hechos de sarsén, una arenisca común en la región, mientras que las piedras más pequeñas, conocidas como bluestones, adquieren un tono azulado cuando están mojadas. Y esos imponentes arcos de tres piezas son conocidos como trilitones.
Pero quizás uno de los misterios más intrigantes es cómo las bluestones, algunas pesando hasta cuatro toneladas, fueron transportadas desde las Montañas Preseli en Gales, a más de 150 millas de distancia. Las teorías sobre cómo se logró esta hazaña varían desde balsas fluviales hasta equipos de bueyes, pero el verdadero método sigue siendo un misterio.
Stonehenge no solo era un monumento, sino que también servía como un cementerio antiguo. Antes de la aparición de las grandes piedras, el sitio era un lugar de descanso para los restos cremados, conocidos como “Agujeros de Aubrey”, que albergaron los restos de al menos 64 personas de la época neolítica.
En 1923, se añadió otro capítulo al misterio de Stonehenge cuando los arqueólogos encontraron los restos decapitados de un hombre anglosajón del siglo VII d.C. ¿Quién era este hombre? ¿Un criminal ejecutado o alguien de alto rango? Las respuestas aún se escapan a nuestro conocimiento.
Stonehenge sigue siendo un lugar de asombro y especulación. ¿Era un templo para adorar antiguos dioses, un observatorio astronómico o un lugar de curación? Aunque muchas preguntas permanecen sin respuesta, lo que es indiscutible es que Stonehenge continúa siendo una fuente de inspiración y maravilla para todos los que lo visitan.
¿Has tenido la oportunidad de caminar entre estas antiguas piedras? ¿Qué teorías tienes sobre el propósito de Stonehenge? La historia de este lugar es un rompecabezas que aún estamos armando, pieza por pieza, y cada visita nos acerca un poco más a comprender la grandeza de nuestros ancestros.
Stonehenge es, sin duda, un lugar que despierta nuestra curiosidad y nos invita a reflexionar sobre la historia de la humanidad. Es un recordatorio de que, a pesar de todo lo que hemos aprendido, aún hay misterios que esperan ser descubiertos. Stonehenge nos desafía a mirar hacia el pasado y a preguntarnos: ¿qué más podemos aprender de las piedras que han resistido el paso del tiempo?