Los tiempos compartidos pueden ser una opción atractiva para aquellos que buscan disfrutar de vacaciones en diferentes destinos sin la necesidad de comprar una propiedad vacacional. Este concepto permite a las personas o grupos usar un inmueble por periodos específicos cada año, generalmente en complejos turísticos con amenidades como albercas y playas.
Sin embargo, es crucial estar bien informado antes de firmar un contrato de tiempo compartido. La Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (AMDETUR) explica que los tiempos compartidos no son una compra de propiedad, sino más bien la compra anticipada de vacaciones por un número determinado de años. Esto significa que tienes el derecho de uso de un inmueble durante ciertas semanas al año, pero no eres propietario del mismo.
Para evitar caer en fraudes, es importante no tomar decisiones impulsivas y leer detenidamente el contrato. Verificar que el contrato esté registrado ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y consultar el Buró Comercial de PROFECO para conocer el comportamiento comercial del proveedor son pasos esenciales. Además, se recomienda no contratar servicios a través de medios no oficiales como redes sociales, WhatsApp, correo electrónico o de manera telefónica.
En resumen, los tiempos compartidos pueden ser convenientes si se ajustan a tus necesidades vacacionales y si se toman las precauciones necesarias para evitar fraudes. Es una decisión que debe ser evaluada cuidadosamente, considerando todos los factores involucrados y las responsabilidades financieras a largo plazo.