Antes de que entrara nuestro hijo a Pasitos, lo tuvieron que diagnosticar, la psicóloga de esta institución lo estuvo observando varias semanas para ver cómo se comportaba, como jugaba, como interactuaba, etc.
Un día nos citaron para darnos los resultados y fue como temíamos, tenía rasgos autistas suficientes para admitirlo en Pasitos, con el objetivo de integrarlo en la escuela.
La psicóloga nos explicó cómo llegó a esa terminación, utilizó una metodología llamada CARS (Childhood Autism Rating Scale) del cual el máximo valor es 7 puntos el cual expresa lo más severo y 2 sugiere un niño con algunos rasgos, pero funcional en la vida diaria.
Carlo Marco obtuvo 4 puntos, que indica un potencial alto para integración, tiene funcionalidad, pero requiere trabajo, y esto fue muy a tiempo, porque entre más chico es mejor.
Este método fue desarrollado a lo largo de 15 años desarrollado por Eric Schopler en los 70’s. Cabe mencionar que hay otros métodos como CHAT (Checklist for Autism in Toddlers) y otros Cuestionarios de Autismo.
Es muy agradable conocer que sienten las personas con autismo, que uno no tiene idea de lo que hay en su cabeza.
A uno le gustaría saber comunicarse y no se le ocurre como hacerlo, ha de haber alguna forma que ellos expresen algo, quizá si uno observa su comportamiento pueda lograr saber sus gustos o disgustos y sobretodo que se sienta amado o que se interesen con el. Son muchas ocurrencias quizá sin valor, no se si les gusta los animales, quizás algún instrumento, como la marimba, el tambor, la sonaja, el panadero. Dios se ha de comunicar con él, no como nosotros sino de una manera especial.
Dios los siga bendiciendo