Mi hijo Carlo Marco que tiene autismo está en plena adolescencia. Para cualquier muchacho es una época difícil, muchos cambios en el cuerpo y en la mente, se genera una revolución, la sexualidad a flor de piel. Para Carlo esa energía se ha manifestado en mucha ansiedad, grita, corre, se arranca el pelo. También su ciclo del sueño se volteó, pasa despierto toda la noche y a veces ni dormía.
Durante años hemos consultado psiquiatras y neurólogos, nos han recetado diferentes fármacos para reducir la ansiedad y aumentar el enfoque, los resultados no fueron consistentes, funcionaba por momentos, se tenía que mover las dosis y estar cambiando de medicamentos. Lo que sí fue constante eran los efectos secundarios, uno de ellos era la dificultad para orinar, sé que esto puede ser doloroso y como mi hijo no lo manifestaba con palabras, sí afectaba su comportamiento.
Estas frustraciones nos llevó como padres a tomar una decisión difícil, buscar medicamentos alternativos. Investigando en internet nos topamos con el CBD, que es un derivado de la mariguana, sin embargo es la parte curativa que no tiene efectos psicotrópicos (ese sería el THC). Vimos que tiene los beneficios que estábamos buscando para nuestro hijo: reducir la ansiedad y aumentar el enfoque.
Desgraciadamente no hay muchos estudios que se han hecho sobre el CBD y el autismo, hay uno de Israel que demuestra que para chicos con autismo y epilepsia ha dado buenos resultados. Padres de familia que le han dado CBD a sus hijos con autismo también han reportado mejoras, pero esto es anecdótico, sin embargo, esto nos animó a dáselo a mi hijo.
De inmediato nos topamos con dos problemas: donde conseguirlo y la dosis que se debe administrar, puesto que los médicos tradicionales no lo recetan. Afortunadamente en México el CBD sí se puede vender, lo obtuvimos en línea en una empresa llamada CBD Oil México, la cual recomiendo mucho porque la persona que nos atendió nos dio mucha información valiosa, incluyendo el segundo punto, la dosis.
Al inicio fue difícil, nuestro hijo llevaba una década tomando diferentes medicamentos y no se lo podíamos retirar de tajo, nos dijeron que podía causar mucho daño, teníamos que seguir dándole y bajar poco a poco hasta desaparecer. Al mismo tiempo le empezamos a dar 8 gotitas del aceite de CBD, 3 veces al día.
Los resultados no se dieron en el momento, para empezar teníamos que estar regulando la dosis, si no se veían mejoras teníamos que aumentar, afortunadamente es imposible una sobredosis de CBD, lo cual no se puede decir de otros fármacos. Fue un periodo de transición hasta que por fin dejó de tomar los medicamentos tradicionales.
En la actualidad le damos a unos hijo sus gotitas de CBD y algunos suplementos naturales, ha mejorado mucho, ya no está tan ansioso, duerme mejor, aunque sí ha bajado algo de peso, sabemos que esto es un proceso, para mí lo importante es que no consuma medicamentos que a la larga le podría dañar órganos y causen adicción (algunos de los que tomaba tenían opioides).
Espero que con la legalización de la mariguana en Estados Unidos y otros países, se tome más en serio los efectos curativos del CBD y se hagan más estudios, que permee en la práctica de la medicina tradicional haciendo un lado los prejuicios.