Es una modalidad de outsourcing que consiste en delegar parte de las actividades de una empresa a otra que se encuentra en un país cercano, con un nivel de desarrollo similar y una cultura afín. El nearshoring permite reducir los costos operativos, mejorar la calidad del servicio, aumentar la flexibilidad y la agilidad, y facilitar la comunicación y la coordinación entre los equipos de trabajo.
Algunos de los beneficios del nearshoring son:
- Ahorro de tiempo y dinero: al contratar a una empresa cercana, se evitan los gastos de viaje, los problemas de logística, los impuestos y las tarifas aduaneras. Además, se aprovechan las diferencias horarias para optimizar el rendimiento y la productividad.
- Acceso a talento especializado: el nearshoring permite acceder a profesionales cualificados y con experiencia en el sector, que pueden ofrecer soluciones innovadoras y adaptadas a las necesidades del cliente. Así, se mejora la competitividad y la capacidad de respuesta ante los cambios del mercado.
- Mayor control y seguridad: al trabajar con una empresa cercana, se facilita el seguimiento y la supervisión de los proyectos, así como el cumplimiento de los estándares de calidad y las normativas legales. También se reduce el riesgo de fuga de información sensible o de vulneración de la propiedad intelectual.
- Mejor relación y confianza: el nearshoring favorece la creación de vínculos estrechos y duraderos entre las empresas, basados en la confianza, el respeto y la colaboración. Al compartir un idioma, una cultura y una visión similar, se facilita la comunicación, el entendimiento y la resolución de conflictos.
En conclusión, el nearshoring es una opción estratégica para las empresas que quieren externalizar parte de sus procesos sin renunciar a la calidad, la eficiencia y la seguridad. El nearshoring ofrece ventajas competitivas frente al outsourcing tradicional, al permitir una mayor proximidad, integración y alineación con el proveedor.