Me topé con este artículo que se me hizo muy interesante. Trata de una señora norteamericana que tiene un chico de 9 años con autismo, últimamente presentaba un comportamiento agresivo y el medicamento Risperdal ya no surtía efecto.
La escuela del chico presionaba a la mamá ya que estaba mordiendo a los maestros. En su desesperación acudió a otras alternativas y le fue presentado un estudio donde se demostró que en algunos casos la marihuana ayudaba a calmar la ansiedad que conlleva el autismo.
La señora que se llama Marie, pidió licencia para el uso de la marihuana medicinal ya que en su estado es permitido y le fue concedido. Se contactó con un herbólogo y le consiguió la marihuana.
En un principio quisieron hacerlo que fumara de un bong sin éxito, y optaron darle galletas hechas de marihuana. El chico mostró avances, aunque llegó a detestar las galletas, así que le daban té, solo que éste tardaba hasta 2 horas en hacer efecto.
Marie narra lo que tuvo que pasar para buscar una solución para su hijo, aún que la medicina fuera nada convencional. Vale la pena seguir estos estudios que hasta ahorita están sustentado en anécdotas, considerando que este tipo de experimentos son difíciles de hacer por la ilegalidad del uso de la marihuana.