Esta pandemia ha sido un gran golpe a la humanidad en cuestión de salud, hasta la fecha ha resultado en un millón y medio de muertes y millones de infectados a nivel global. En el plano local, todos lo hemos sufrido, algunos quizás muy cerca con la familia y amigos, definitivamente en la forma de convivir y en el trabajo. Hemos tenido que adaptarnos a protocolos sanitarios y muchos a trabajar desde casa, desgraciadamente miles de empresas han tenido que cerrar creando desempleo y afectando la economía de prácticamente todos los países.
Aunque muchos ven las noticias de las vacunas del COVID-19 como la luz al final del túnel (esperemos que así sea) ya nada será lo mismo en nuestras vidas. Recuerdo que en las primeras semanas allá por febrero, pensé que el COVID-19 iba a ser como la gripe porcina que aunque sí causó miles de muertes y el cierre de escuelas, muy rápido se mitigó y desapareció la amenaza. Lo cierto es que ni los epidemiólogos más destacados del mundo sabían el impacto y menos como controlar esta pandemia.
Ahora más que nunca estamos inmersos en un mundo VUCA. Este concepto que surgió (como muchas cosas) del ejército norteamericano después de la guerra fría para afrontar situaciones riesgosas y desconocidas. El VUCA se ha ido adaptando en la industria y en los sistemas educativos. Pero ¿qué significa? Por sus siglas quiere decir:
- Volatilidad. Se refiere a un ambiente dinámico, con muchas variables, donde el cambio es constante.
- Inciertidumbre (Uncertainty en inglés). No sabemos como será el futuro, nos vemos caminando sobre senderos que no están trazados.
- Complejidad. Se rompe la causa y efecto, las cosas no tienen sentido y llega la confusión.
- Ambigüedad. Cuando la información no es clara llevando a decisiones erróneas.
Todo esto suena mucho a lo que estamos pasando en nuestra vida y en la organización en la que participamos. No es aventurado decir que la pandemia echó por la borda toda planeación anual, pero ahora que estamos a fin de año, seguramente se hará diferente por lo que vale la pena entender este modelo, pero sobre todo, cambiar la mentalidad a no solamente contrarrestar el mundo caótico, sino abrazarlo, usar la tormenta para navegar a alta velocidad.
Para estar preparados al ambiente VUCA sugiero estas estrategias para tu empresa y en lo personal:
- Preparación constante. No puedes sobrevivir en los negocios si te quedas estancado con las mismas habilidades. Observamos como muchas empresas que solo vendían en tiendas físicas ahora empujaron fuerte su estrategia de comercio electrónico, se tuvieron que hacer expertos rápidamente. La nueva realidad exige una mayor competencia en el uso de la tecnología y en la industria de la salud. Estoy 100% seguro que para la próxima pandemia estaremos preparados.
- Preferir la flexibilidad. Muchas empresas tuvieron que modificar sus modelos de negocio e incluso buscar nuevos, si hay una rigidez en cuanto a la estructura y organización, lo más probable ésta que se rompa. Con las nuevas regulaciones vinieron retos y costos, pero trajo una ola de innovación que pronto dará frutos. La flexibilidad incluye pensar fuera de la caja y no conformarse con los métodos tradicionales.
- Reforzar la resiliencia. La contingencia ha sido un gran disruptor en las relaciones humanas, el aislamiento a provocado problemas psicológicos y de adicción. Es muy importante para cada individuo tomar en serio su salud física y emocional, hemos oído que tenemos mejores oportunidades con un buen sistema inmunológico. Que esta sea la oportunidad de cambiar nuestro estilo de vida, tratar el estrés y otros males modernos. La meditación es una buena práctica para fortalecer nuestra mentalidad.
Nuestros planes deben incluir muchos escenarios, desde lo ideal hasta lo catastrófico. Saldremos adelante, el optimismo nos debe impulsar pero la realidad nos debe ponernos alertas. El ambiente VUCA llegó para quedarse ¿estás listo?