Cuando uno oye “oficina de gobierno” lo primero que viene a la mente es la palabra burocracia. Todos hemos sufrido los trámites donde piden y piden requisitos y que te hacen dar vueltas. Quizás nos ha tocado ver funcionario de gobierno comiendo su torta mientras hay una fila de ciudadanos que tuvieron que pedir su día para hacer un trámite.
El término burocracia en sí no engloba procesos engorrosos, sino la estructura y la metodología para llevar a cabo las tareas de forma ordenada, sin embargo, vemos que en la práctica no es así y no es privativo de un país, es un mal universal.
Pero ¿por qué existe la burocracia? He aquí algunas razones:
El gobierno es un monopolio. Cuando no existe competencia en servicio, la calidad no cuenta. ¿Para qué atender bien si el ciudadano no tiene otra opción? Uno puede argumentar que el tener una administración burocrática podría costarle en las elecciones, pero esto no es el caso, la molestia que esto causa raramente figura entre las preocupaciones de los votantes y por lo tanto no hay motivación del gobernante por mejorar el servicio.
Mucho personal. La administración pública es caracterizada por una pesada plantilla de personal, el gobernante en turno puede meter a amigos, familiares y compromisos de campaña, además de sostener a empleados sindicalizados que son prácticamente intocables. ¿Qué se hace para mantener ocupada a tanta gente? Se crean procesos engorrosos y papeleo excesivo para los trámites pasen por muchas manos. De igual forma, no hay castigo de los electores para estas prácticas que dañan mucho al erario y limitan que los recursos se empleen en acciones que realmente beneficien a los ciudadanos.
Leyes y normas obsoletas. Mucho de la culpa de la burocracia se basa en seguir la regulación que marca las leyes o normatividad que lleva años sin revisar y obedece a otros tiempos donde no existía la informática o el énfasis en la transparencia. Los legisladores no tienen como prioridad crear leyes que faciliten los trámites, por supuesto que hay sus notables excepciones. En mi punto de vista la mayoría de los diputados y senadores no tienen el perfil de administración pública y francamente no tienen la capacidad para fomentar las leyes al respecto, tienen que ser esfuerzos titánicos de funcionarios comprometidos para sacar legislación que ataque la burocracia.
La corrupción. Quizás la razón más importante para sostener la burocracia, muchas oficinas de gobierno están plagados de “coyotes” (personas que realizan tráfico de influencias) y funcionarios que ofrecen “agilizar” los trámites con un soborno. Hay que decir que cuando sucede esto en una dependencia, todos están involucrados hasta el jefe. Los ciudadanos en vez de denunciar estos hechos, lo aceptan como parte de la interacción con el gobierno y muchas veces hasta lo fomentan.
Como ciudadanos definitivamente hay muchas cosas que podemos hacer para mejorar esta situación, hagamos este asunto prioridad dentro de las agendas de los gobiernos, exijamos que nos traten con dignidad y eficiencia y no promovamos la corrupción. Si eres empleado de gobierno, toma conciencia de la importancia de tu labor y como tus actos pueden influir en la vida de los demás.